República Dominicana tiene talento… Y es este espacio que lo demuestra. Sin embargo, para que no andes con la mente tan perdida como la de un buzo en el desierto es necesario que reconozcas algunos elementos e iconos que forman la mecánica del programa.
Este elemento es al ánimo del participante como la música dramática a una escena de telenovela: todo un suspenso. Pues quien concursa, al escucharlo una primera vez puede entrar en un trance mental que no sabe si es solo un momento incómodo o si será el final de su estadía en la competencia. La dinámica funciona así: cada juez tiene al frente un botón rojo que al presionarlo suena como un timbrazo. El mismo está conectado a las equis, tanto a la que visualizas arriba del escenario como en la mesa de jueces, y al ser presionado es sinónimo que a ese o esa juez no le gusta lo que está viendo o escuchando. De ahí, a que su color blanco se torne rojo. No obstante, que uno o dos lo presionen no significa nada malo… Todavía.
Bueno… a diferencia de otras industrias, en Got Talent tres equis seguidas no son realmente emocionantes. Por supuesto, es un chistecito rojo… Pero la verdad es que, es básicamente un “NO”. Sin embargo, con tres equis dadas un participante puede perfectamente terminar su acto. No pasa igual si le dan las cuatro; ya que cuatro botones rojos es la “talent-señal” de “no nos gustó ese acto y tiene que parar inmediatamente”. Recuérdalo: cuatro equis y el acto debe de detenerse automáticamente porque es una desaprobación total.
Depende. Si hay tres equis, aunque quite la dada sigue siendo un “NO”… al menos que otro juez también se retracte. Pero, en general, un juez siempre tiene la opción de cambiar de opinión. Es válido, aunque realmente pasa muy poco en todos los Got Talent. Pero sí… Puede pasar.
Evidentemente, tampoco le gustó el acto. Al final de cuentas, el público que va a presenciar los shows en vivo aunque no es hasta la semifinal que puede votar por su acto favorito; de alguna manera con sus aplausos o sus “buuuuuu” puede influenciar ligeramente la decisión de un o una juez. Precisamente por eso decimos que, ¡el público es el quinto juez!
El “Golden Buzzer” es un botón dorado. De hecho, es el único que hay en la mesa de los jueces. No obstante, su significado sobrepasa “la simplicidad” que puede dar este elemento en una primera mirada. Presionarlo, se traduce a que un juez amó tanto ese acto y el desempeño de sus participantes que le dio “un pase directo” a la semifinal.
El Golden Buzzer no es por perfección, es por emoción.
Si un acto logra moverle algo al juez, aunque sea distinto o inesperado, puede recibir este botón dorado y pasar directo a semifinal. Básicamente, les da un atajo para que ese concursante no tenga que sentir los nervios de someterse a las eliminatorias. Es una sola oportunidad por juez, y no se da a la ligera.
Lo mejor es que cuando sucede, a más de uno se le puede poner la piel de gallina… Imaginen la escena: el concursante llora mientras cae una lluvia de confeti dorado, el juez sonríe y baja desde la mesa de jueces y camina hasta el escenario que se vuelve totalmente dorado… Se abrazan y la audiencia celebra. En fin, un caldero de emociones.
Su importancia es tal que, si un acto recibe el “Golden Buzzer” aunque todos los demás hayan presionado sus timbres rojos, queda garantizado que esa persona igual entrará a las semifinales que son en vivo. Eso sí, una vez que un juez ha presionado ese botón dorado, no podrá volver a hacerlo en esa misma temporada… aunque otro acto lo deslumbre.